Imagino





Imagino
Imagino que imaginas
Que en el fondo marino de mis arterias
O retozando en la médula de las pupilas
Se arremolinan dos notas que forman un cuerpo
Que la sustancia de tu piel
Alcanza a mis huellas digitales
Y se amalgaman con tu pigmento
Que entre el marasmo de las horas afligidas
Arranco de mi garganta un pájaro nocturno
Que te lleva mis cuerdas vocales
Plagadas de sonidos en adagios

Imaginas que imagino
El fenecer de la canción a dúo
Un adiós de barco naufragado en el pecho
O el desollado silencio
De pasos desapareciendo en lo lejano...

Pero no amor, pero no...
Porque imagino que ya imaginas
Que el cincel de tu verso
A veces me ha tallado de completitudes
Y otras veces ha horadado la piedra de mis dudas
Y te has marchitado y florecido
En el humo trasnochado que te figura

Imagino que imaginas
Que ya nada será idéntico a nada
Para mí
Luego de este asomo a tus contornos
cuando dibujo en la cara de la almohada
la ceremonia distinta de nuestros sexos
y el insólito transcurrir de la sangre que te padece
el pulso de las horas en que te pienso
el impulso de mi hombría que te reclama
o la pulseada de tu locura contra mi sueño equitativo

Imaginas que imagino
La artesanía que van creando mis dedos en invento
Sobre el pezón de tus ansiedades
en el clítoris de tu llamado madrugador
Sobre los labios de tus versos en volandas
en todo lo que te significa y nos dignifica

Imagino que imaginas
Que no queremos imaginarnos nada
Para dejar que el flujo de tu tiempo y mi tiempo
Algún día se vistan de simultáneos
Que este juego de signos que enhebran palabras
Es sólo para decirte,
Que te pienso
Imagines lo que imagines...

Carlos Vico
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Ataúdes





Ataúdes

En la sincronía de un tiempo que era nuestro
Malversado va en recuerdos tu sexo hecho paciencia
Tu hondura se ha grabado en los dedos
En la lengua que emula serpientes
En el cuerpo de látigo que te enreda

Hemos matado al los sicarios de la rutina
Y al sopor de cotidianeidad sin laberintos
A la sin sorpresa de horas gemelas de si mismas
Con esta sonrisa mañanera de soles atrevidos
Con el prontuario de besos que merecen su condena

Sin mesura camina tu cuerpo dentro del mío
Y los candiles de la sangre te encadenan
Al yugo mágico del abrazo convocante

Este es un mundo de pantallas que atrofian, cariño
Donde los títeres aman la sombra de lo que puede ser
Subyugados por la carne plástica
Por íconos asesinos, contradictoriamente creativos
Invasores aplastando a la neurona
Al corazón solitario que aúlla la pereza
Que se mete en el torrente relativo
Y le huye a la carne de su costado.

Pues sí...
Tal vez estoy viejo, y no me violan lo perentorio
Las ventanas con ladrillos de vidrio multicolor
Su ilusoria morbidez que enerva una realidad acuciante...
Entonces prefiero la danza de tus pechos
La sugestiva llovizna del sexo
La sin promesa del gemido presente
El entrevero de las piernas en acrobacia de serpientes...

Carlos Vico

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Pactamos






Pactamos


Lo que recuerdo es el fragor de unos besos
Cuando en el cepo de esta noche aparecen sin sangre
Estas manos buscando tal vez un discurso vestido de verso
Una rabia, el resquemor de un hasta siempre sin retorno

Quizá en la noria de los días que van encarcelando nostalgias
Haya un eje que describe sus propias vueltas de miseria
O descubre las huellas de un mañana que no va a llegar,
sin tus ojos
Sin esos ojos luz o pozo indescriptible
Donde algún día caí para no deshojar más
el cuaderno de las memorias
O la margarita que ya está seca dentro del libro

A veces converso con la muerte
Pactamos o no
mientras pintamos con el añil de un trozo de luna
las nuevas mitologías
las mitomanías futuras
que saquen a este cuerpo de su cáscara
fabricamos con la pasta azul unas alas y otros sexos
en la intentona de un borrón
y hasta otra búsqueda de la locura que trae el amor.
Carlos Vico
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